El arte de vivir

En 1990 Nezareth Rey no sospechaba que veinticinco siglos atrás El Oscuro advertía que entramos y no entramos en el mismo río, pues somos y no somos los mismos. Contaba con ocho años y una inusitada cualidad en la repetición de galimatías previstas. Nezareth Casto Rey, el predicador, detractaba parejamente la evolución y los inventores de falacias: ignoraba que su destino era un punto más de un tejido insondable, que él mismo evolucionaría, que poseía el ethos de los elegidos.
La infancia del niño predicador, miserable, es harto innecesaria. Sólo sé que abandonado al nacer en un impreciso recodo limeño fue recogido por Rafael Maldonado, histrión que rozaría la notoriedad en algún cortometraje de Carlos Faudoa. Algunos sostienen que ese lugar fue la Escuela Nacional de Arte Dramático, sitio familiar a Maldonado. Otros, movidos por el influjo clerical o por la ignorancia imponen la Catedral de Lima durante la representación del pesebre. Hay quienes proponen un abandono simbólico, arguyendo que toda mitología incurre en excesos literarios. Pero son estas meras expresiones de deseo que omiten lo elemental: el prematuro contacto del niño con el arte de fingir.
A los dieciséis años el predicador tuvo su primera revelación: un sueño vespertino tras el cual abominó el catálogo de quimeras evangélicas para abrazar (y fundar) el panvitalismo, curiosa y eficaz tentativa reparadora del dogma cristiano. La innovadora doctrina procuraba fundir gnosis, ciencia y misticismo. Algún manuscrito reza: 'La ignorancia humana es una cortina tras la cual me oculto. No hay un mundo sino una masa innumerable de mundos inacabados, obra de un demiurgo que se esfuerza por copiar el plan del verdadero Avatar. Cada ser debe desarrollar dentro de sí mismo la percepción holística del universo, hacer viajes astrales. Somos fractales infinitos de Nuestro Señor'.
La segunda revelación vino tres años más tarde. Esta vez el propagador medita en los Urus, donde habita el thryothorus y los hombres se alimentan de raíces. Cuentan que enardecido con Los puentes de Rimbaud, se levanta, rompe su voto de silencio de siete semanas y comenta al discípulo más cercano 'el mundo entero es un teatro, los hombres están condenados a la sublime empresa de representar una comedia infinita'. El acólito, aturdido, dedicó sus días a divulgar la palabra que los heresiarcas del panvitalismo no tardarían en detractar. Los hombres comunes, actores inconcientes, no fueron inmunes a la blasfemia. Lima era un hervidero de confusión: algunos sostuvieron que la nueva verdad era un frívolo rollo hamletiano, otros, la imitación vil de un festpiele suizo, los menos llegaron a inferir un artificio de los cismáticos para ocultar la muerte del revelador.
Murmuraciones pueriles, todas aplacadas cuando el iluminado bajó del monte y espetó a la multitud 'hombres necios que acusan al predicador ¿intuyen acaso que sus enredos retóricos son vanos y estériles, como la literatura? ¿que esta escandalosa parafernalia está secretamente prevista? ¿que cada uno de sus movimientos, arlequines, añade un signo más al arte de vivir? Les traigo la espada, yo, inventor del ars vivendi'. Sobrevino silencio, luego el caos. Los hombres disimularon el pavor, habían adivinado un destino común e insoportable: debían representar. Con lágrimas evidentes el primer actor tomó la primera piedra, sucesivamente los otros lo imitaron. Más tarde el predicador, reventado, yacía en un barro de coágulos; su rictus era sobrehumano. Dicen que no protestó.
Antes de la diáspora (cada actor debía perpetuar su propia comedia privada) la caterva se detuvo: alguno conservaba los pliegos del revelador. Esa noche bebieron palabras hermosas, terribles. 'Esta mañana he dado con la única verdad, el Arte; la única manifestación, el ars vivendi. Sé bien que los difamadores ensuciarán mi nombre cegados por la crueldad, pero sé también que sus infamias son actos decretados por mi drama. El ars vivendi no liga con ninguna tradición: el happening, el fluxus son cándidos atisbos megalómanos, el body art es mezquino; el flashmob, la obra colectiva de mogólicos. Estamos destinados a representar frenéticamente hasta la muerte o la creación: es la diferencia entre actores y dramaturgos. Los grandes dramaturgos -Sade, Manson, Moon- alcanzaron la creación mediante las cuatro vías: la locura, el crimen irracional, la degeneración de la cópula, el sentimiento místico'. La mitología urbana sugiere que Emilio Miranda, sectario de La Merced, osó conjugar las dos últimas. Pero los que no pecamos de ingenuidad sabemos que el camino del ars vivendi no se halla exento de farsantes o embusteros. Muchos han procurado casi desesperadamente obtener la dramaturgia sin un propósito definido. Ignoran la insensata carga del Artista. ¿Cuántos pasajes de la Obra Universal no se habrán frustrado por la impericia de un dramaturgo inculto? Así, la Revolución francesa es la perfecta escena malograda; la entrevista de Guayaquil, una maniobra inverosímil; la muerte de Kennedy, el más fallido golpe de efecto.
Es muy preferible el modesto ejercicio de fingir. Yo soy un Actor, lo sé. Lo adiviné cuando comprendí que el evento más trivial envuelve indecibles arcanos histriónicos. Mientras tomar un grano de uva entre el pulgar y el índice, contemplarlo y conmoverse antes de comerlo sea visceralmente opuesto a tomar un grano de uva entre el pulgar y el índice, contemplarlo y conmoverse antes de comerlo, seguiré siendo un Actor, seguiré representando. Crear es la imposibilidad. El dramaturgo Nezareth perpetra una tragedia en la que el autor resulta protagonista. Ejecuta un sacrificio artístico, escribe su muerte.
Innumerables ocasiones en la calle he pretendido evadir mi rol en el arte de vivir, ser otro, improvisar, pero he fracasado: no por un determinismo ontológico sino por el amor que profeso a mi arte.
Lector, ¿qué representarás hoy?

12 habas:

Anónimo dijo...

Me gusta la historia infame de Nazareth, el sofista buscador de verdades.
De ahora en más biografías apócrifas, escrachen a los Kodamitas muchacho, instantes es de Borges pero hasta que no muera la bruja ni Hansel ni Grettel podran comerse su casa.

La Cacho Dietrich dijo...

hoy representaré el fin del arte, pero como no hay nada más allá de la representación, tendre´que representar la muerte!!!!!!!!!!! cuidado con que aparezca el espectro de Cristi K

Anónimo dijo...

"..la Revolución francesa es la perfecta escena malograda; la entrevista de Guayaquil, una maniobra inverosímil; la muerte de Kennedy, el más fallido golpe de efecto.."

No entiendo?..La Revolucon Francesa tuvo muy poco efecto en Francia pero fue la llave para la independencia americana, la entrevista de Guayaquil, (si es de la que todos pensamos) fue clave en la historia del padre de la patria y el fallido golpe de efecto no creo que la muerte de kennedy fue solo un intento de golpe de efecto, seria un razonamiento muy basico de alguien que perpreto tremendo asesinato..

Anónimo dijo...

yo creo que la indep americana se basa mayoritariamente en la declaración de indep de los gringos, que a su vez eran más lockeanos que jacobinos. la rev francesa es un fracaso por el cinismo del 'reinado del terror'.

respecto de la entrevista: quién es bolivar, qué es venezuela? por favor!!!

y en cuanto a jfk, estamos hablando de arte: una verdadera tragedia hubiera contado mínimamente con estos elementos:
1. un sueño en el que kennedy ve su propia muerte
2. una carta que le anuncia su asesinato, pero que él decide no abrir
3. la conjuración del propio lyndon johnson, al que en la agonía, jfk le hubiera dicho: "tú también, hijo mío?, la pucha"

Anónimo dijo...

traidor heroico: debo admitir que no cazo lo de la bruja, hansel y grettel, tirame un centro, no seas ortiba.

cacho: ud como siempre despierta. 'el fin del arte', ja, no se me hubiera ocurrido nunca!

Anónimo dijo...

La Ind.. Latinoamericana es una consecuencia casi directa de la Revolución Francesa, desde todo punto de vista, político, militar, social...para los únicos que no les sirvió mucho fue a los mismo franchutes. Obviemnte la Ind.. yanqui también tuvo mucho que ver...
Quien es Bolívar??..vos estas trasnochado, no hace falta ni que te explique quien fue....que es Venezuela? bueno..la verdad que no esta pasando por su mejor momento...por culpa de un lunático, pero eso no tiene nada que ver con Bolívar..el cual pobre debe sentir que le arrancan un pelo de la nariz cada vez que Chávez lo pronuncia...
Sigo sin entender lo de JFK....

Anónimo dijo...

debe ser que no lo quiero mucho a bolívar. no es trasnochada, nadie niega su obra, pero hay que entender que fue un tipo ambicioso y ególatra.
en la entrevista, cuando san martín le pide la ayuda del ejército de gran colombia (que era como el real, el barça y el chelsea juntos) para terminar con los realistas del perú, el tipo se la negó sabiendo que san martín se retiraría pues no tenía chances fuera de una acción conjunta. de ese modo él la emprendía por su parte y quedaba como el 'padre latinoamericano'.
bolívar sabía de táctica lo que yo sé de mecánica cuántica, de estrategia ni hablar. es posible que haya habido algo de envidia hacia san martín, militar profesional. es mi opinión, claro.

Anónimo dijo...

ok, es tu opinion, pero deberias leer mas de Bolivar y no comparar con San Martin como si fuera un River-Boca.
Saludos

Anónimo dijo...

mmm, no sé yo propongo un sacachispas - yupanqui

Anónimo dijo...

Ni Bolívar, ni San Martín,
JOSE LUIS GIOJA!!!
Saludos

Anónimo dijo...

Federer - Nadal

Anónimo dijo...

este post pudo haber sido sobre rivalidades superclásicas. una más:
deep blue - kasparov

anónimo: federer, no hay que pensarlo.